Me parece que hay un respeto por el espectador a este nivel, las escenas deportivas sólo se alargan una vez que el espectador es seducido, es entonces un verdadero placer seguir sus evoluciones, sus progresos, y sus pequeños trucos "propios" que a menudo nos hacen reír sin ninguna culpable. Como el tema pretende sensibilizarnos sin burlarse nunca de nosotros, todo se vuelve natural. Los diálogos son relevantes, con algunas reflexiones que seguramente se convertirán en frases de culto. El actor principal nos hace sentir la situación desde el "no tengo elección" hasta la lección de vida que aprenderá, y nosotros también. Los actores son realmente atractivos y divertidos. Y el mariscal.....s , un verdadero soplo de aire fresco en medio de este equipo masculino. Al final, nos quedamos con eso. Ellos son los profesores y nosotros los alumnos... Así que sí, el tema ya ha sido tratado, pero ¡cómo resistirse a una obra maestra así!