Sagot :
Don Quijote (o Alonso Quijano)
Es el personaje principal de la obra de Cervantes. Idealista y defensor de causas ajenas en nombre de la justicia, la defensa de los débiles, el honor y el amor. Se preocupa más de los demás que de sí mismo. Se arma caballero y sale en busca de aventuras para conquistar el corazón de su “inventada” amada Dulcinea. Era un hidalgo de unos cincuenta años, de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Se pasaba el día leyendo libros de caballerías. Montando un pobre caballo flaco y arruinado al que bautiza como Rocinante.
Rocinante
Caballo de Don Quijote. Él le puso este nombre porque le parecía el más adecuado para un caballero. Cervantes le describe como rocín flaco y dice “aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid con él se igualaban.”
Don Quijote le llama así por ser: “nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.”
Don Quijote sigue el rumbo que desee Rocinante en busca de sus aventuras. Sancho le ata los pies en la aventura de los batanes.
Sancho Panza
De un gran corazón. Vecino de Don Quijote, de profesión labrador. Se convertirá en Escudero de Don Quijote acompañándole vaya donde vaya. Es, su fiel compañero. Es realista y sencillo. Es quien devuelve a Don Quijote a la realidad diciéndole que lo que está viendo en realidad es otra cosa. Don Quijote le promete el gobierno de una ínsula y él se pasa la obra recordándoselo a su señor. Es la ambición ingenua que tiene para darle mejor vida a su familia. Se va “quijotizando” según van avanzando los acontecimientos.
Rucio
La modesta montura de Sancho Panza. Fue robado cuando don Quijote estuvo a punto de iniciar su penitencia en Sierra Morena. Desarrolla una gran amistad con Rocinante: “así como las dos bestias se juntaban, acudían a rascarse el uno al otro, y que, después de cansados y satisfechos, cruzaba Rocinante el pescuezo sobre el cuello del rucio, y, mirando los dos atentamente al suelo, se solían estar de aquella manera tres días; a lo menos, todo el tiempo que les dejaban, o no les compelía la hambre a buscar sustento”.
Cuando Sancho está a punto de abandonar la ínsula de Barataria “llegándose al rucio, le abrazó y le dio un beso de paz en la frente, y, no sin lágrimasenlosojos,ledijo:Venidvos acá, compañero mío y amigo mío, y conllevador de mis trabajos y miserias: cuando yo me avenía con vos y no tenía otros pensamientos que los que me daban los cuidados de remendar vuestros aparejos y de sustentar vuestro corpezuelo, dichosas eran mis horas, mis días y mis años...”
Dulcinea del Toboso
Se trataba en realidad de Aldonza Lorenzo. Labradora vecina de Don Quijote. Es un personaje imaginario que solo se encontraba en la imaginación del famoso Hidalgo. Para Don Quijote es la más bella doncella sobre la faz de la Tierra y por la que lucha cada día y a la que brinda sus hazañas.
Cuando se encuentra con los mercaderes toledanos Don Quijote le llama “la emperatriz de la Mancha”. Dice de ella que su hermosura es sobrehumana, pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas dan a sus damas y que es la más alta princesa del mundo. Don Quijote le manda una carta que escribe en Sierra Morena.
Y a Don Quijote le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso; nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo.