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Del 7 al 11 de febrero de 2022, elegí hacer mis prácticas en el laboratorio de la UCA (Universidad Clermont Auvergne), situado en Clermont Ferrand. Por un lado, elegí hacer mis prácticas allí porque no sabía en absoluto lo que era trabajar en un laboratorio, y por otro lado, me gustan mucho las ciencias que se enseñan en la escuela secundaria, especialmente sobre los microorganismos.
Gracias a estas prácticas, tuve la oportunidad de descubrir los diferentes puestos de un laboratorio.
Mis prácticas tuvieron lugar en el laboratorio LGME. A lo largo de mis prácticas, me acompañó mi supervisora, la Sra. Isabelle Batisson, que ocupa el puesto de profesora-investigadora. Su investigación consiste en encontrar una bacteria o un hongo que degrade los pesticidas en el suelo. La mayor parte del tiempo observaba lo que hacían los investigadores y de vez en cuando la ayudaba
Durante mis prácticas, la señora Batisson realizó varios experimentos, el que más me impresionó fue la separación de las proteínas del ADN de una de estas famosas bacterias.
Estas prácticas fueron muy beneficiosas en muchos sentidos porque me obligaron a integrarme y adaptarme a la vida del laboratorio, me permitieron estimular mi apertura mental y mi curiosidad. También me permitió descubrir trabajos que no conocía, así como diversos campos.
Estas prácticas me permitieron conocer el mundo del laboratorio y me mostraron que el trabajo de un investigador es mucho más difícil de lo que uno podría pensar.
Es un trabajo exigente. Requiere una enorme atención, pasión, devoción, conciencia profesional y, sobre todo, curiosidad, el deseo de saber y de hacer que otros se beneficien de sus descubrimientos. Un investigador no suele pensar en el beneficio personal.
Son muchas las aportaciones del curso. Aprendí mucho tanto a nivel teórico como práctico.
Del 7 al 11 de febrero de 2022, elegí hacer mis prácticas en el laboratorio de la UCA (Universidad Clermont Auvergne), situado en Clermont Ferrand. Por un lado, elegí hacer mis prácticas allí porque no sabía en absoluto lo que era trabajar en un laboratorio, y por otro lado, me gustan mucho las ciencias que se enseñan en la escuela secundaria, especialmente sobre los microorganismos.
Gracias a estas prácticas, tuve la oportunidad de descubrir los diferentes puestos de un laboratorio.
Mis prácticas tuvieron lugar en el laboratorio LGME. A lo largo de mis prácticas, me acompañó mi supervisora, la Sra. Isabelle Batisson, que ocupa el puesto de profesora-investigadora. Su investigación consiste en encontrar una bacteria o un hongo que degrade los pesticidas en el suelo. La mayor parte del tiempo observaba lo que hacían los investigadores y de vez en cuando la ayudaba
Durante mis prácticas, la señora Batisson realizó varios experimentos, el que más me impresionó fue la separación de las proteínas del ADN de una de estas famosas bacterias.
Estas prácticas fueron muy beneficiosas en muchos sentidos porque me obligaron a integrarme y adaptarme a la vida del laboratorio, me permitieron estimular mi apertura mental y mi curiosidad. También me permitió descubrir trabajos que no conocía, así como diversos campos.
Estas prácticas me permitieron conocer el mundo del laboratorio y me mostraron que el trabajo de un investigador es mucho más difícil de lo que uno podría pensar.
Es un trabajo exigente. Requiere una enorme atención, pasión, devoción, conciencia profesional y, sobre todo, curiosidad, el deseo de saber y de hacer que otros se beneficien de sus descubrimientos. Un investigador no suele pensar en el beneficio personal.
Son muchas las aportaciones del curso. Aprendí mucho tanto a nivel teórico como práctico.