Bonjour, pouvez vous m’aidez pour ces deux questions en rapport avec le texte.
Dora. Todo el mundo la llamaba «abuela» o «abuela Dora», pero yo prefería llamarla sólo por su nombre para no olvidar su esencia nunca. Era una mujer muy inteligente y especial. Había sido maestra en la República, había luchado contra las normas de su época haciendo siempre lo que le había venido en gana sin importar lo que pensaran. […] Dora perdió a mi abuelo poco después de tener a mi padre y nunca volvió a tener una relación seria con ningún hombre. […]. Dora, que no pasaba del metro cincuenta, consiguió alcanzar los noventa años con una entereza envidiable. Solía peinarse el pelo canoso con horquillas de niña pequeña y coleccionaba piedras de todos los lugares en los que había estado. […]
La voz de Dora era aguda aunque calmada. Mi abuela hablaba sin descanso, pero sin prisa, con los ojos siempre fijos en otro lugar al que nunca pudimos llegar. Sin embargo, lo que no perdió nunca fue la sonrisa, la suavidad de las manos y esa rebeldía en la mirada. A pesar de que nunca soltó la cuerda que le ataba a mi abuelo, Dora fue una mujer adelantada a su época, al contrario que muchos mayores que viven anclados en el pasado porque es donde se sienten a salvo. […]. Ya anciana, supo que le quedaban pocas aventuras más por vivir, así que disfrutaba aconsejando al resto, aunque pocos le hacían el caso que se merecía. Yo le consultaba todas mis decisiones, las importantes y las nimias; le contaba todo lo que me ocurría. Ella era mi ancla, un silencio cómplice, comprensión.
La relación que tenía con mis padres por aquel entonces era quizá algo más alejada y menos empática […]. Por el contrario, Dora me apoyaba de una forma constructiva y cercana. No me decía que todo le pareciera bien, sino que intentaba que yo mismo tomara mis propias decisiones.
El día que le dije que quería estudiar Bellas Artes, ser un artista y llevar mis obras por el mundo, decisión que mis padres no apoyaban del todo, me contestó:
—Gaelito, mi niño, eres igual que tu abuela. Siempre vas a contracorriente […]. Mi amor, no dejes nunca que te hagan creer que esto es algo malo o que no merece la pena. Sólo los que van a contracorriente consiguen llegar a su destino; allí donde están todos no hay hueco para nadie más. Y tú te mereces el mejor lugar del mundo. […] Hagas lo que hagas, busca el latido.
Busca el latido. Esa frase que tanto me repetía mi abuela quedaría para siempre grabada en todas y cada una de mis decisiones.

1.Apunta todas las frases que evidencian quién es Dora: su personalidad, su descripción física,… (l.1-15) 2. Apunta todas las frases que evidencian por qué Dora era importante para el narrador (l.15-31)


Sagot :

Réponse :

1).Apunta todas las frases que evidencian quién es Dora: su personalidad, su descripción física,…

Dora era una mujer muy inteliente y especial.Dora, no pasaba del metro cincuenta.Solía peinarse el pelo canoso con horquillas de niña pequeña y coleccionaba piedras de todos los lugares en los que había estado.La voz de Dora era aguda aunque calmada. Mi abuela hablaba sin descanso, pero sin prisa, con los ojos siempre fijos.Sin embargo, lo que no perdió nunca fue la sonrisa, la suavidad de las manos y esa rebeldía en la mirada. Dora fue una mujer adelantada a su época.Disfrutaba aconsejando al resto, aunque pocos le hacían el caso que se merecía.Ella era mi ancla, un silencio cómplice, comprensió

2) Apunta todas las frases que evidencian por qué Dora era importante para el narradorn.

Dora le apoyaba de una forma constructiva y cercana. No le decía que todo le pareciera bien, sino que intentaba que el mismo tomara sus propias decisiones.El día que le dijo que quería estudiar Bellas Artes, ser un artista y llevar sus obras por el mundo, decisión que sus padres no apoyaban del todo, le contesto ;Mi amor, no dejes nunca que te hagan creer que esto es algo malo o que no merece la pena. Sólo los que van a contracorriente consiguen llegar a su destino; allí donde están todos no hay hueco para nadie más.Hagas lo que hagas, busca el latido(ella le apoyaba)

Esa frase que tanto le repetía su abuela quedaría para siempre grabada en todas y cada una de sus decisiones.