La ciencia recomienda un aumento de las zonas verdes urbanas. No sólo se logrará una reducción del nivel de contaminación del aire, sino también un efecto psicológico necesario en el equilibrio mental de las personas.
Por lo tanto, las ciudades del futuro serán más verdes y más sostenibles. Cuanto más verdes sean, más serán sinónimo de sostenibilidad.