Réponse :
Explications :
Diez años y unas 37 operaciones más tarde, el trasplante de cara sigue siendo una tarea delicada que presenta riesgos significativos de complicaciones que se pueden comparar con sus ventajas. Esta importante intervención permite a los pacientes encontrar funciones básicas: respirar, comer, hablar y, en su mayor parte, salir nuevamente en público sin tener que esconderse detrás de una máscara.
Voilà j’espère que c’est bien.