Sagot :
Réponse :
En primer lugar, los puntos de desacuerdo con el Decreto 349 entre los artistas es que no pueden expresar sus emociones libremente. Es decir que esta ley impone reglas, restricciones que deben respetarse bajo pena de multa o prisión. Para los artistas esto es completamente ilógico porque el arte no tiene reglas. Además, en Cuba, estas obras artísticas corresponden a las costumbres y la cultura de este país. Así podemos ver que el estado no es consciente de ello. Para ellos es como si se dispararan a sí mismos en el pie.