Raconter la vie d'un héros espagnol ou d'amérique latine.



Sagot :

Rodrigo Díaz de Vivar (el cid) fue un emperador 

Rodrigo Díaz llamado El Cid Campeador; (Vivar, actual España, h. 1043 - Valencia, 1099) Caballero castellano. Hijo de Diego Laínez, descendiente del semilegendario Laín Calvo, quedó huerfano a tierna edad y fue educado junto al infante Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla y León, quien, al acceder al trono castellano, lo nombró alférez real (1065).  fue un caballero castellano que llegó a dominar al frente de su propia mesnada el Levante de la Península Ibérica a finales del siglo XI de forma autónoma respecto de la autoridad de rey alguno. Consiguió conquistar Valencia y estableció en esta ciudad un señorío independiente desde el 17 de junio de 1094[6] hasta su muerte.

Se trata de una figura histórica y legendaria de la Reconquista, cuya vida inspiró el más importante cantar de gesta de la literatura española, el Cantar de mio Cid. Ha pasado a la posteridad como El Campeador o El Cid (del árabe dialectal سيد sīdi, 'señor'). Por el apelativo «Campeador» fue conocido en vida, pues se atestigua en documentos desde 1098; el sobrenombre de «Cid», aunque se conjetura que pudieron usarlo sus coetáneos zaragozanos o valencianos, aparece por vez primera en el Poema de Almería, compuesto entre 1147 y 1149.

durante su juventud estuvo al servicio de Sancho II de Castilla, caballero de confianza de Alfonso VI, Primer destierro: al servicio de la Taifa de Zaragoza, Segundo destierro: su intervención en Levante
Conquista de Valencia

Su muerte se produjo en Valencia entre mayo y julio de 1099, según Martínez Diez, el 10 de julio.

Su esposa Jimena, convertida en señora de Valencia, consiguió defender la ciudad con la ayuda de su yerno Ramón Berenguer III durante un tiempo, pero en mayo de 1102, ante la imposibilidad de defender el principado, la familia y gente del Cid abandonaron Valencia con la ayuda de Alfonso VI.

Los restos mortales de Rodrigo Díaz el Campeador fueron inhumados en el monasterio trapense burgalés de San Pedro de Cardeña. Durante la Guerra de la Independencia los soldados franceses profanaron su tumba. Los restos fueron recuperados y, en 1842, trasladados a la capilla de la Casa Consistorial de Burgos. Desde 1921 reposan junto con los de su esposa Doña Jimena en un emplazamiento privilegiado de la Catedral de Burgos
 ejemplo de fragmento de ``cantar de mio cid´´
Ya aguijan a los caballos, ya les soltaron las riendas.
Cuando salen de Vivar ven la corneja a la diestra,
pero al ir a entrar en Burgos la llevaban a su izquierda.
Movió Mío Cid los hombros y sacudió la cabeza 
<<Ánimo, Alvar Fáñez, ánimo, de nuestra tierra nos echan,
pero cargados de honra hemos de volver a ella!>>


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