Los diez kilómetros de línea verde del Jardín del Turia se han convertido durante las últimas tres décadas en un extraño cordón. Un tramo de corte vanguardista, diseñado por el estudio Verges Tu, celebra el nacimiento del río. A continuación se extienden pistas de atletismo. Los árboles nos acompañan siempre en el recorrido, al igual que un carril bici. Bajo uno de los puentes se refugiaban los inmigrantes sin techo, una estampa que durante años mostró la cara menos amable de una ciudad a veces demasiado contenta consigo misma. No muy lejos, el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM); y pegada al Jardín Botánico se encuentra la Casa de la Caridad, sede de una iniciativa privada que desde hace 100 años de asilo y comida a los necesitados. Una entidad que cuenta con el apoyo unánime de la sociedad valenciana. […] Al igual que miles de valencianos, disfruto del Parque del Turia siempre que puedo, para sumergirme en la ciudad verde, en una realidad diferente : gente que pasea, hace deporte, descansa en los bancos o sobre la hierba, se recrea en la contemplación de la naturaleza o en el placer de la conversación... La ciudad verde respira sosiego, armonía, una extraña felicidad. A pesar de ser uno de los espacios urbanos más utilizados de la ciudad – los días festivos soleados está especialmente abarrotado, - conserva un cierto carácter de paraíso secreto.
J'espère t'avoir aider :)
